Día Mundial de las Abejas: Guardianas de la biodiversidad y la seguridad alimentaria


Cada 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas, una fecha instaurada por la ONU en 2018 para reconocer la importancia fundamental que tienen estos insectos y otros polinizadores en la salud de los ecosistemas, la producción de alimentos y el equilibrio planetario. La elección de esta fecha rinde homenaje a Anton Janša, pionero de la apicultura moderna en Eslovenia, país con una tradición apícola centenaria.

La diversidad asombrosa de las abejas

Las abejas constituyen un grupo con una diversidad extraordinaria: existen más de 20.000 especies distribuidas en siete familias principales, con adaptaciones biológicas y comportamientos únicos. La familia Apidae, que incluye a la abeja melífera (Apis mellifera) y a los abejorros, es la más numerosa y juega un rol vital en la polinización de cultivos agrícolas en todo el mundo. Por otro lado, familias como Melittidae, con menos especies, destacan por su especialización en plantas específicas, como la recolección de aceites florales.

En Argentina, la riqueza de abejas nativas es notable. Más de 1.200 especies han sido identificadas, muchas de ellas pertenecientes a la tribu Meliponini, conocidas como abejas sin aguijón, como Melipona orbignyi y Tetragonisca fiebrigi (“yateí”). Estas especies, que no pican, construyen nidos en cavidades naturales y poseen comportamientos defensivos únicos. La meliponicultura tiene raíces ancestrales en comunidades originarias y representa un patrimonio biocultural que se vincula con la conservación ambiental y la producción sustentable.

Abeja sin aguijón nativa: Yateí. Se la promueve como alternativa productiva en zonas urbanas y como producción orgánica, además de valorizar su gran aporte al mantenimiento de la biodiversidad.

Abejas y polinizadores: pilares de la seguridad alimentaria

Más del 75% de los cultivos alimentarios del planeta dependen directa o indirectamente de la polinización realizada por abejas y otros polinizadores, incluyendo mariposas, aves y murciélagos. Frutas, verduras, semillas y frutos secos requieren de esta labor para garantizar la diversidad y calidad de nuestra dieta. Además, la polinización contribuye a servicios ecosistémicos esenciales como la fertilidad del suelo, el control natural de plagas y la regulación del aire y el agua.

En Argentina, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) monitorea la salud de las colonias apícolas, que pueden llegar a tener hasta 60.000 abejas organizadas como un “súper organismo” con roles específicos para el bienestar colectivo.

Adaptaciones sorprendentes y evolución

Las abejas han desarrollado estrategias fascinantes para sobrevivir en ambientes diversos. Algunas especies solitarias, como las del género Megachile, construyen nidos con pétalos, barro o resina, y poseen mandíbulas adaptadas para recortar materiales. La abeja más grande del mundo, Megachile pluto, redescubierta en Indonesia en 2019, mide hasta 1,5 pulgadas y ejemplifica la magnitud de esta diversidad.

La evolución de las abejas se remonta a millones de años atrás, con fósiles que datan del Cretácico y el Eoceno, evidenciando su larga historia y adaptación a distintos ecosistemas.

Exaerete frontalis, un miembro de la familia de abejas Apidae. Imagen de Sam Droege (Centro de Investigación de Vida Silvestre Patuxent del USGS; dominio público)

Producción mundial de miel: un dato clave

China es el principal productor de miel del mundo, con cerca de 500.000 toneladas anuales, representando aproximadamente una cuarta parte de la producción global. Le siguen Turquía e Irán. Argentina destaca como el cuarto productor mundial, con alrededor de 71.300 toneladas, reconocida internacionalmente por la calidad de su miel y su aporte a la economía regional. Exporta el 95% de su producción.

Aunque Estados Unidos es el mayor importador mundial de miel en términos de valor, China destaca por su elevado consumo interno debido a su vasta población y tradición de uso de miel en la alimentación y medicina natural. Por lo tanto, China es el mercado más grande a nivel global tanto en producción como en consumo de miel.

Leyes internacionales sobre abejas

México es pionero a nivel mundial en la protección legal de las abejas, gracias a una ley que sanciona la destrucción indiscriminada de panales. Esta normativa prohíbe la eliminación, quema o destrucción de colmenas y panales, salvo en casos justificados por riesgo sanitario o de seguridad, y establece multas y sanciones para quienes incumplan. La ley reconoce el papel fundamental de las abejas en la polinización y la seguridad alimentaria, y busca promover su conservación y el manejo responsable de las poblaciones apícolas, posicionando a México como referente en la defensa legal de estos polinizadores esenciales.


En los últimos años, países como Francia y la Unión Europea avanzaron en la protección de las abejas prohibiendo el uso de pesticidas neonicotinoides y promoviendo la restauración de hábitats polinizadores. Australia y Canadá destacan por sus estrictos sistemas de bioseguridad y cuarentena, y por la regulación del uso de agroquímicos cerca de apiarios. Sin embargo, la ley mexicana es reconocida por ser una de las primeras en sancionar explícitamente la destrucción de panales y establecer un marco legal específico para la protección de las abejas, superando en algunos aspectos a la normativa de otros países al enfocarse directamente en la preservación de colonias y la penalización de su destrucción injustificada.

Caupolicana gaullei, un miembro de la familia de abejas Colletidae. Imagen de Sam Droege (Centro de Investigación de Vida Silvestre Patuxent del USGS; dominio público)

En Argentina, la actividad apícola y la conservación de las abejas están reguladas por diversas normativas que buscan proteger tanto a la abeja melífera (Apis mellifera) como a las especies nativas sin aguijón, fundamentales para la biodiversidad y la producción sostenible. La Ley Nacional N° 20.876 y sus reglamentaciones establecen disposiciones para la sanidad, manejo y comercialización de productos apícolas.

RENAPA es el Registro Nacional de Productores Apícolas. Es obligatorio y gratuito para toda persona física o jurídica que cuente con un mínimo de 5 colmenas y tiene una validez de 2 años.
A través del registro, el productor recibirá una constancia que lo acredita como productor apícola que le será requerida para todo trámite relacionado con la actividad. La inscripción en el Registro es un requisito indispensable para que pueda comercializar su producto y asegurar la trazabilidad.

Mientras que recientes avances legislativos amplían la protección a las abejas nativas, como la “yateí” (Tetragonisca fiebrigi), promoviendo su cría sostenible y reconociendo su valor cultural y ecológico.

Un ejemplo es el programa para la protección y alimentación de las abejas de la provincia de Misiones. La LEY XVI – N.º 149 crea un programa provincial destinado a conservar y repoblar las abejas melíferas (Apis mellifera) y las abejas nativas de la tribu Meliponini, reconociendo su rol vital como polinizadoras en la preservación de los ecosistemas. Entre sus objetivos principales se encuentran aumentar la disponibilidad de recursos florales y zonas de refugio mediante el fomento del cultivo orgánico de flora apícola, promover prácticas agrícolas sostenibles y el uso de bioinsumos para el control de plagas, y sensibilizar a la sociedad sobre los impactos negativos de los fitosanitarios y plaguicidas en las poblaciones de abejas

Complementariamente, la Resolución Senasa N° 278/2013 regula el Programa Nacional de Sanidad Apícola, orientado a prevenir y controlar plagas y enfermedades que afectan a las colmenas. Además, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) implementó el Sistema de Aviso Preventivo (SAP), una plataforma digital que notifica a los apicultores sobre aplicaciones de agroquímicos cerca de sus apiarios, facilitando la protección de las colonias.

Además, la normativa vigente fija una zona de exclusión de 1.000 metros alrededor de las colmenas para la aplicación de agroquímicos, con el fin de minimizar el impacto tóxico sobre los polinizadores. Sin embargo, considerando que los zánganos pueden volar hasta 3 kilómetros para fecundar a la reina, esta distancia legal resulta insuficiente para proteger plenamente la reproducción y salud de las colonias, lo que evidencia la necesidad de fortalecer y actualizar las regulaciones para garantizar la conservación efectiva de estos insectos vitales.

Amenazas que ponen en riesgo a las abejas

La disminución global de las poblaciones de abejas y polinizadores responde a múltiples factores: pérdida y fragmentación de hábitats, uso intensivo de agroquímicos, monocultivos, cambio climático y enfermedades. En Argentina, la competencia con especies introducidas y la contaminación también afectan a las abejas nativas. Este declive amenaza la seguridad alimentaria, la biodiversidad y la estabilidad de los ecosistemas, especialmente en comunidades rurales vulnerables.

Un llamado global a la acción

El lema del Día Mundial de las Abejas 2025, “Inspiradas por la naturaleza para nutrirnos a todos”, subraya la interdependencia entre la salud de los polinizadores y la nuestra. La FAO promueve prácticas agrícolas sostenibles como la agroecología, el policultivo y la agroforestería para proteger a las abejas y garantizar sistemas alimentarios resilientes.

Del 20 al 22 de mayo de 2025 se llevará a cabo en Etiopía el Segundo Foro Internacional para la Acción en Apicultura Sostenible y Polinización, donde expertos y comunidades coordinarán esfuerzos globales para conservar y potenciar la apicultura sostenible.

¿Qué podemos hacer para protegerlas?

La protección de las abejas es una responsabilidad compartida. Algunas acciones concretas incluyen:

  • Plantar flores nativas que provean alimento y refugio a las abejas.
  • Evitar el uso indiscriminado de pesticidas y fomentar prácticas agroecológicas.
  • Apoyar la meliponicultura local y la producción de miel de abejas nativas, promoviendo el patrimonio biocultural.
  • Difundir la importancia de las abejas nativas y melíferas para la biodiversidad y la seguridad alimentaria.

En bioinsumos.ar reafirmamos nuestro compromiso con la biodiversidad y la producción sostenible, celebrando a las abejas como guardianas de nuestros ecosistemas y pilares de la seguridad alimentaria global. Cuidarlas es cuidar el futuro de la vida en la Tierra.


Fuentes:
Museum of the Earth – Bee Diversity
FAO – Día Mundial de las Abejas 2025
Senasa Argentina – Programa Nacional de Sanidad Apícola
CONICET – Diversidad de abejas nativas en Argentina
Facultad de Agronomía UBA – Estudios sobre abejas nativas
Fundación ProYungas – Meliponicultura y conservación ambiental

https://alimentosargentinos.magyp.gob.ar/HomeAlimentos/Apicultura/legislacion_nacional_e_internacional.php

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