Conversamos con Julio Enrique Cáceres, ingeniero agrónomo y apicultor, quien hace 40 años sostiene Colmenares Don Faustino y actualmente se dedica a la apicultura en Etchegoyen, un paraje de Exaltación de la Cruz. Argentina destina más del 95% de su miel al mercado externo y es el tercer exportador global.
“Hola, soy Julio Cáceres, apicultor de Echegoyen. Mi emprendimiento se llama, desde hace 40 años, Colmenares Don Faustino, que es en homenaje a mi papá, fallecido ya hace muchos años. Estoy en la feria de Etchegoyen, en la feria de Capilla del Señor, de la Secretaría de Cultura, y en algunas otras ferias a veces que se hacen acá en la zona de Exaltación de la Cruz. Yo trabajo con la apis melífera, que es un híbrido entre la itálica que introdujeron desde Europa y otras razas que habían venido hace 500 años con los primeros conquistadores españoles y portugueses. La extracción de la miel la hago en la planta de la Asociación Lujanense de Productores Apícolas, en Luján, es una planta habilitada por la provincia y por el Senasa, donde los veintitantos socios de la asociación hacemos la extracción de la miel en condiciones higiénico-sanitarias adecuadas. El día viernes pasado terminamos con la cosecha de miel de las colmenas. Más o menos podemos decir que hemos obtenido unos veinte kilos de miel por colmena cosechada“.
“Eso es más o menos el promedio de lo que aquí en la zona se puede obtener actualmente. Hay muchas abejas silvestres de la apis melífera que viven, digamos, criadas por apicultores y que se van hibridando a través de los vuelos de fecundación que hacen las reinas. En cuanto a la adaptación, yo hago una producción de abejas y obtengo después los productos de la colmena con abejas que están en el entorno de Etchegoyen, que es un paraje rural del Partido de Exaltación de la Cruz, lindante con el Partido de Luján”.

Ecosistema
“Aquí es una zona de una vegetación variada, hay muchas arboledas y las abejas van buscando sus fuentes de alimento en la flora del lugar. Las abejas melíferas son vegetarianas, o sea, obtienen sus alimentos de las plantas. Y las abejas, con el trabajo que hacen recorriendo las flores de distintas especies y mezclando el polen de una y de otra flor, lo que hacen es ir preparando, como han hecho a lo largo de los últimos millones de años, la aparición de nuevas especies adaptadas al nuevo clima que está surgiendo“.
“Entonces, proteger las abejas es proteger la posibilidad de que siga habiendo plantas adaptadas al nuevo clima que está surgiendo en todo el planeta. Aquí los inviernos son, digamos, notorios. Hay heladas a partir de, puede ser, abril, mayo o junio a más tardar, hasta septiembre o a veces octubre normalmente. Y las abejas que no provienen de esta zona no resisten los inviernos. En cuanto a las temperaturas altas, siempre nosotros vigilamos de que tengan suficiente espacio para que puedan ventilarse y además diariamente controlamos el suministro de agua limpia que tenemos en tambores de 200 litros cerca del apiario para que las abejas puedan obtener de ahí agua con la que refrigeran sus nidos de cría para que no se muera la cría. La cría no puede vivir arriba de los 35, 37 grados, digamos, y si superara 40 grados se derriten directamente los panales de cera”.
Cambio climático
“La primavera pasada, el 2024, fue una primavera climáticamente variable porque, por un lado, hacía mucho frío, se seguía prolongando, digamos, un poco el invierno, que había sido muy crudo. Después arrancó bien la temporada hasta que, hacia fines de año, comenzó una sequía muy importante, un déficit que las flores se abrían y se secaban, no había ni polen ni néctar. Nosotros trabajamos bajo un protocolo de producción agroecológica donde no se suministran jarabes de azúcar a las colmenas.
“Sí, se le puede agregar miel guardada de años anteriores como para que puedan sobrevivir. En el caso de esta temporada, salvo a los núcleos, que son, digamos, colmenas nuevas que uno, en primavera, hace una división de colmenas para ir reemplazando reinas y aumentando en algo la cantidad de colmenas en explotación, a esas sí les tuvimos que dar miel que habíamos guardado la temporada pasada para que tuvieran suficiente alimento para sobrevivir a la sequía. Y ese es el papel fundamental de las abejas melíferas que, a salida del invierno, cuando la presencia de otras especies de insectos prácticamente es, digamos, no observable, permiten que especies que florecen, digamos, a la salida de invierno en primavera puedan tener la visita de insectos polinizadores que ayuden a mezclar los polen y a generar nuevas mutaciones y aparición de variedades o especies nuevas adaptadas al nuevo clima“.
“Y como yapa, como decimos con la palabra derivada del quechua, tenemos la miel, el polen, el propóleos y otros productos como, por ejemplo, el veneno de la abeja que se utiliza en la apiterapia como productos que nos dan las abejas para permitir una buena calidad de vida. Y la miel pura de abejas es la que venden los apicultores.
Cuidar la pureza
“Lamentablemente no hay una legislación clara en la Argentina, en el Código Alimentario Argentino, y se rotula como miel o permite la existencia de la palabra miel en las etiquetas de productos que son mezclas de jarabes, de fructosa de maíz o de sacarosa de caña con miel de abejas en pequeña proporción y se vende como miel y no tienen las mismas propiedades nutritivas. La miel de abejas es un excelente alimento con muchos micronutrientes, no es solamente un endulzante y no es un reemplazo solamente del azúcar de caña, sino que nutre a la gente que lo consume de muchas sustancias que acompañan a los azúcares existentes en la miel que ayudan a mantener la salud o a recuperarla“.

Del productor al consumidor. Julio comercializa toda su producción en ferias locales.
Venenos y decisiones
“A fines de noviembre de 2022, un chacarero acá de la zona pulverizó un maíz con glifosato y cletodim, un globo de esa pulverización pasó por arriba de las cortinas forestales que rodean mi campo y cayó sobre cuatro colmenas y las mató a las abejas instantáneamente, además de secarme cuatro frutales que estaban plantados ahí en el mismo lugar. En cuanto a otros ámbitos estatales que no son el Poder Judicial como el Poder Ejecutivo o el Poder Legislativo, es muy contradictoria la política que llevan adelante distintos gobiernos porque por un lado algunos estamentos buscan apoyar la incorporación de nuevos apicultores, digamos becando cursos para gente que quiere incorporarse a la actividad o entregándole material para iniciar una primera colmena donde puedan capacitarse y por otro lado se estimula el aumento de la producción agrícola particularmente utilizando venenos. Si bien hoy existe la posibilidad de hacer agricultura extensiva utilizando productos biológicos para controlar especies no deseadas, sea insectos o plantitas, las compañías reciben apoyo estatal para seguir vendiendo veneno de síntesis química“.
Creo que aparte de la necesidad de fondearse los distintos estados provinciales o nacionales para pagar los servicios de la deuda eterna que han contraído distintos gobiernos que hemos tenido y que seguimos teniendo lamentablemente, hay una falta de conciencia en cuanto al papel de las abejas melíferas en el mantenimiento de los ecosistemas y en la posibilidad de seguir habitando el planeta“.
“Nosotros tenemos una hermosa zona donde vivimos, donde no está cubierto de nieve parte del tiempo en invierno, sino que tenemos la posibilidad de habitarlo más o menos normalmente durante todo el año, pero eso puede estar puesto en peligro por los cambios que se están dando en el clima del mundo. Bueno, me despido agradeciendo la paciencia Pablo y espero que tu audiencia pueda incorporar la miel en un consumo diario en pequeñas cantidades que ayuden a mejorar las defensas del organismo frente a enfermedades virósicas o de otro tipo y tener un buen estado de salud general. No solo en invierno porque la gente acá asocia el consumo de miel a los refríos y otras patologías que vienen en invierno, sino en general durante todo el año”.
Más info: https://www.instagram.com/laferiadeetchegoyen/