“Es muy importante que salgamos de creernos ser el centro del planeta”

 Andrea Sucari, psicóloga y terapeuta hortícola con más de tres décadas de experiencia, nos invita a repensar nuestra relación con la naturaleza desde una mirada de respeto y humildad. A través de la terapia hortícola, destaca cómo el vínculo con las plantas y la tierra puede transformar no solo nuestra salud, sino también nuestros vínculos sociales y nuestra conciencia ambiental.

“Hola, mi nombre es Andrea Raquel Sucari, soy licenciada en Psicología, pero fundamentalmente hace muchísimos años que desarrollé toda mi labor como terapeuta hortícola. En el 2009 empezamos a funcionar como asociación, en el 2011 logramos la personería jurídica y vengo trabajando en terapia hortícola prácticamente desde 1986, cuando me recibo de psicóloga y como venía trabajando ya hacía muchísimos años como jardinera, conocía el rol terapéutico del ejercicio de la jardinería y de la huerta. Nosotros no trabajamos en el consumo de las plantas, pero sí en este jardinear y huertear que trae como añadidura lo terapéutico.

“En estos momentos soy presidenta de la Asociación Argentina de Terapia Hortícola, nosotros brindamos formaciones por la web, tuvimos presencialidad, digamos, formaciones presenciales desde el 2009, yo empecé a dar clase, hasta el 2015 fue presencial, en el 2016 me estaban ya pidiendo la formación de muchos puntos alejados de la provincia de Buenos Aires, que es donde yo resido, y entonces en el 2016 comencé a dar la formación por la web, como en realidad mucha gente de Perú, de México, de Colombia, hace con nosotros la formación, digamos, en distintos países de habla hispana, continuamos dando la formación por la web, que son tres meses, nosotros damos todo el material y no grabamos porque no son clases magistrales, sino por eso lo llamamos formación, son diálogos, charlas con la gente, donde vamos revisando, releyendo el material, y bueno, nosotros hablamos de formar porque el coordinador del grupo de terapia hortícola tiene que tener una cantidad de herramientas, que nosotros luego de esta formación los certificamos y pasa a formar parte de nuestra asociación, que hacemos charlas por la web también y supervisiones y encuentros, etcétera”.

“A lo largo de los años fui ejerciendo la terapia hortícola tanto en escuelas, en centros culturales, en hospitales, en centros de día, en instituciones de tercera edad, y lo que fui encontrando con esta herramienta es que la gente empieza a relacionarse distinto con la naturaleza, con el entorno, y en ese entorno incluyen los vínculos con los demás y consigo mismos, por supuesto empieza a haber transformaciones en lo que consumen, en sus posturas corporales, consumen me refiero a su alimentación, en sus relaciones fundamentalmente, sus vínculos con otros. Somos más de 150 terapeutas hortícolas, así que imaginate que a lo largo del país y en otros países, muchos trabajan en privado, otros en instituciones, como decía antes, escuelas, hogares, centros de día, geriátricos“.

Es una herramienta que se adapta a donde uno la lleva. Incluso yo trabajé en el Hospital Italiano cinco años en consultorio como terapeuta hortícola, así que imagínense que es una herramienta muy adaptable a donde uno quiera ejercer. Nosotros en este encuentro con esta actividad en jardinear y huertear, por supuesto se basa en el respeto de unos por otros y entonces incluimos el respeto a la tierra, por eso trabajamos con las plantas nativas, creemos que el planeta tiene un orden, una organización que al respetarlo también respetamos nuestra relación con la tierra y eso hace por añadidura también el respeto en nuestros vínculos“.

“Por supuesto que todo nuestro trabajo es orgánico, me refiero a que obviamente no trabajamos con fertilizantes ni venenos que puedan dañar al entorno y a nuestra propia alimentación. Vivimos en un mundo muy increíble donde los humanos tiramos veneno a la tierra que produce nuestra propia comida, a nuestros ríos que nos facilitan el agua que necesitamos para vivir, tiramos veneno a las plantas que oxigenan el planeta y gracias a ellas vivimos en este planeta tierra. Creo que una persona puede cultivar y comercializar su producción, ese no es el problema, el tema es que lo haga con el respeto debido a sí mismo, porque en realidad es la propia dignidad, la propia amorosidad y la propia conciencia de estar vivo lo que nos lleva a cuidar la tierra, a cuidar los ciclos, a compartir las estaciones, a respirar este aire que no nos pertenece sino que utilizamos para vivir así como la alimentación y todo está en un ciclo de vida donde cada cosa es necesario.

“El mayor desafío de la gente que se forma como terapeuta hortícola es poder dejar de lado esta educación del dominio que tenemos no solamente en relación a la tierra sino en relación a los demás, en general los coordinadores o sea cualquier rol que tenga una pizca de poder en realidad tendemos a subordinar al otro. Nosotros nos formamos para acompañar a que cada persona desde su deseo, desde su subjetividad acompañara a que encuentre en ese camino personal que bueno por supuesto es un camino hacia la felicidad“.

“No tengo plantas preferidas porque la idea es salir del capricho humano, esto me gusta, esto no me gusta, esta es preferida, esta no es preferida. Las plantas vivieron siglos y siglos en el planeta transformándolo y gracias a ellas vivimos nosotros acá las plantas son los únicos seres vivos que simplemente con el sol, el aire y la tierra, la lluvia hacen su propio alimento y el desecho de ellas es el oxígeno que nosotros y los animales necesitamos para vivir. Con lo cual ¿quién soy yo para tener una preferida y una no preferida para decir que esta es linda y esta es fea? Las plantas tienen una capacidad de vida con el entorno, de estar inmersas en el entorno, compartiendo el entorno que los humanos todavía no tenemos pero ni ni por asomo. Bueno, me parece que es muy importante que salgamos de creernos ser el centro del planeta, un planeta que lleva siglos formándose y seguirá con nosotros o sin nosotros“.

“Me parece que la base del respeto tiene que ver con una mirada de salir de creernos que somos el progreso en el planeta, que somos superiores o que tenemos alguna capacidad mayor cuando en realidad los demás seres del planeta tienen otras capacidades. Me parece que todavía no aprendimos a reconocernos en las diferencias, por eso también nos llevamos tan mal entre humanos donde siempre existió, al menos hasta ahora, la guerra y la violencia”.

En octubre 2023 Andrea publicó un libro escrito con la colaboración de todas las personas que cursaron talleres de huerta y jardinería y las formaciones en Terapia Hortícola desde el 2008 al 2015

Todo aquel que quiera conocer esta práctica es importante que nos escriba a terapiahorticola2011@gmail.com . Estamos en las redes, en facebook, en instagram, no somos muy constantes tal vez en las redes pero ahí pueden encontrar infinidad de fotos de nuestros trabajos, de las formaciones, artículos y nosotros compartimos en la asociación, bueno, muchos libros, temas nuevos que vamos desarrollando, que vamos profundizando, congresos, como decía antes, encuentros, así que quien quiera acercarse nos puede escribir y siempre vamos buscando la forma de que quien esté interesado pueda conocer esta herramienta. Y nada más, así que los saludo, les agradezco el espacio, el interés y aquí estamos para acompañar a quien quiera conocer esta herramienta. Les mando un abrazo grande, grande”.

https://web.facebook.com/aaterapiahorticola

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