Conversamos con Christopher Kilmurray, microbiólogo y uno de los fundadores de Ceres Demeter. Comparte su visión de la actualidad, el futuro de los bioinsumos y detalla la plataforma Solid X que la empresa creó para convertir la investigación científica en productos biológicos para la agricultura.
“La inspiración que nos llevó a hacer Ceres Demeter nació porque los fundadores somos dos personas profesionales del ámbito de la microbiología, pasamos nuestro estadio de estudio, nuestro estadio en CONICET para los doctorados en ciencias biológicas y visualizamos una gran cantidad, incluso hoy por hoy, de información que está disponible en artículos científicos publicados por investigadores, expertos en ciertos temas e investigaciones y no se trasladan de manera eficiente o más aún, la cantidad de investigación que hay disponible nos podría dar una ventaja muy importante a la hora de crear nuevas soluciones biológicas para el reemplazo o la complementación de aquellos productos agroquímicos que hoy se están intentando dejar de usar por una cuestión de polución ambiental principalmente, llámese fertilizantes, llámese insecticidas, fungicidas, herbicidas, nematicidas, todos aquellos que puedan hacer daño al ambiente como causa colateral de resolver problemas que hoy el agro tiene para ser”.
“Por otra parte, las grandes compañías del agro tienen el desafío de desarrollar este tipo de productos biológicos para suplir una creciente demanda de la producción de alimentos de manera sustentable y es así como nosotros vemos que esa demanda de las grandes compañías la podemos suplir nosotros con nuestro proceso a una velocidad importante y una velocidad mayor a la que una compañía que por ahí tiene sus objetivos diferentes que la que sólo desarrolla productos biológicos puede ser un poco menor esa velocidad, por lo tanto nuestro objetivo fue utilizar la información disponible, transformarla rápidamente en producto y una vez transformada y validada, licenciar las tecnologías de las compañías para que sean comercializadas y lleguen finalmente al productor, que es el usuario de estos productos, de estas tecnologías biológicas, y es quien se beneficia, tanto él como el ambiente mismo, por el uso de ellas”.
Información sólida
“El desarrollo, la producción, empieza mediante la utilización de una plataforma que nosotros desarrollamos, una plataforma llamada Solid X. Se llama así por dos propósitos, el de metodología y el proceso, como nosotros decimos es un proceso, muy sólido, muy robusto, por el cual rápidamente podemos transformar información científica en prototipos escalables de productos biológicos a través de diferentes herramientas. Estamos hoy haciendo más hincapié en inteligencia artificial para detectar potencialidades de combinación de microorganismos, prospectar microorganismos y con eso llegar rápidamente a múltiples opciones de resolver un problema tangible, como por ejemplo, un ejemplo clásico, el carbón del maní. nosotros a través de una plataforma, de nuestra plataforma, identificamos no solamente la gran cantidad de artículos científicos que hay, que proponen diferentes cepas de microorganismos entre hongos y bacterias, sino que además nos permitió llegar rápidamente un grupo de investigación, del CONICET, en este caso, con el cual armamos, digamos, firmamos un acuerdo, una alianza de transferencia y tecnología, de la cual hoy ya estamos terminando de firmar ese acuerdo y la tecnología en sí, mediante pasos intermedios, ya está desarrollada y lista para ser presentada a SENASA y el mercado. Entonces, eso si no hubiera sido por una búsqueda inminente y rápida de información científica y un diseño de productos, quizás, y cambiarlo por ponernos a ver el mundo de microorganismos que hay en el suelo, aislarlo identificarlos y llevarlos, el camino hubiera sido mucho más largo”.
“Estamos tratando de apalancarnos en la gran cantidad de información científica producida por científicos de excelencia que hoy tiene la Argentina y otros países de latinoamérica y del mundo, con cuales ya estamos en contacto, rápidamente tratamos de identificar esos microorganismos, esos proyectos y generar esas alianzas para generar rápidamente un producto. Una vez que tenemos eso identificado, ya el microorganismo entra al proceso ceresdeméter, al proceso empírico, que también está dentro de la plataforma Solid X , donde se ponemos en marcha los laboratorios para distintos análisis y evaluación y la planta de fermentación piloto e industrial para el desarrollo del producto final. Una vez que obtenemos el prototipo funcional quiere decir que en laboratorios, cámaras de planta, invernadero, nos quedamos con una forma de aplicar un tipo de microorganismo o varios y una dosis puntual, inmediatamente nos vamos a campo, que también son campos dentro de la plataforma, son campos identificados, evaluados, analizados, esos campos nos permiten desarrollar ahora el producto final que va a ser presentado al mercado, el cual se sigue evaluando durante al menos dos años más, a nivel campo, pero ya con miras comerciales. El proyecto termina en fin cuando el registro de tecnología está concreto en el Senasa o en el país correspondiente, en el ente del país correspondiente, y el lanzamiento de la tecnología al mercado se hace efectivo”.
Crecimiento
“Con respecto a las investigaciones que respaldan la eficacia, como comenté al principio, todos nuestros desarrollos están apalancados en reportes científicos y o en alianzas con científicos expertos en diferentes temas. En ese sentido, el respaldo viene dado por artículos del primer nivel, o sea, con papers del primer nivel, por proyectos, por asesoramiento, por incorporación, inclusive de científicos dentro del equipo de trabajo como asesores externos cuando el proyecto comienza, para tener un riguroso control de lo que se está haciendo y los resultados que se están obteniendo. Así que, esa es una de las principales validaciones o resguardo de la calidad de las cosas que hacemos”.
“Si bien la tasa de adopción no es extremadamente alta, hoy las tasas de crecimiento sí son altas, de las más altas del mercado, por lo cual creo que en los próximos cinco años la adopción de bioinsumos ya es un hecho, solo que queda la responsabilidad de parte de nuestra de hacer que esos bioinsumos cumplan las funciones debidas y otorguen los beneficios que prometemos. Esa es una respuesta que puedo dar hoy sin adivinar el futuro, pero viendo cómo se está comportando el mercado”.
Biodegradabilidad, la clave
“No somos expertos en coadyuvantes, si bien formulamos un par, generalmente lo hacemos con alianzas con otras compañías. En cuanto a la diferencia, básicamente es la biodegradabilidad en primera medida. Hoy tenemos coadyuvantes que corrigen aplicaciones de pulverización, donde tratamos de ir reemplazando ciertos principios activos por activos degradables, buscando, por ejemplo, el reemplazo de las siliconas que no son degradables o son degradables en muy largo plazo. Estamos buscando algunas alternativas, nuestro expertise es principalmente biológico, pero tratamos de ver si esas cuestiones las podemos también ayudar a solucionar. Si tenemos como parte de un coadyuvante es un biopolímero, el primero del mercado de hecho, que lo desarrollamos en conjunto con INTA Córdoba y la Universidad Nacional de Córdoba, ese polímero está compuesto 100% por principios activos biodegradables. los cuales a diferencia de los polímeros que se usan para el tratamiento de semillas, esto tiene una compatibilidad al 100% con respecto al resto, evaluado inclusive por nosotros y por estas instituciones académicas. En ese sentido genera un beneficio importante dentro, o sea, en compatibilidad con los productos biológicos que mencionamos anteriormente”.
“Queremos sostener lo que estamos haciendo hoy. La visión a largo plazo es que la biología, la microbiología y la biotecnología, junto con la química orgánica y otras químicas verdes y muchas otras profesiones, la bioinformática, ingeniería genética, etcétera, ya están dando un paso agigantado y lo que se viene creo que es inmensurable. Como la ley de los procesadores de las tecnologías de internet está creciendo a niveles cuánticos de evolución, creo que la microbiología y el área donde nos movemos nosotros va por un camino similar. Y en cuanto a hacer el remedio puntual, vemos un futuro con mucha asociación a nivel argentina y global, porque nosotros atacamos todos los cultivos y desarrollamos todos los productos que puedan ser posicionados a nivel global, hoy con mercados objetivos Brasil, Estados Unidos, Paraguay, Bolivia, México, por ejemplo, estamos con esos focos, pero principalmente Brasil, Estados Unidos y Argentina. Los cultivos son bastante compartidos, las soluciones biológicas son bastante compartidas y estamos con un futuro ya visualizándolo con mucha alianza estratégica comercial con compañías que globalizan todo lo que nosotros hacemos”.
“Los productores cada vez son más, que si bien rondan el 5% a nivel Argentina, están creciendo a tasas muy altas, digamos de las más altas del mercado, lo que podría yo sugerir es que si bien los productos biológicos están llegando para quedarse, simplemente toménse el tiempo y tengan la capacidad de evaluar correspondientemente la eficacia y la funcionalidad de cada una de estas soluciones, y estoy diciendo esto como atentando a lo que hacemos nosotros, pero es la forma también que en los próximos cinco años, por así decirlo, el productor se pueda convencer de que realmente estas tecnologías funcionan, validándolo empíricamente”.
“Nosotros como empresa científica técnica tenemos prácticamente la obligación de demostrar que esto funciona y de no vender digamos un sueño de la agricultura perfecta sino que validarlo con el productor, demostrárselo hacerle ver que es tan rentable o más rentable que un agroquímico y que también algunos agroquímicos van a ser compatibles y complementarios a los productos biológicos que se están desarrollando y van a ser una sinergia muy importante. Lo más importante que remarco es que hoy el desafío global que tenemos todos es que tenemos que cambiar o sea que tenemos un cambio climático que tenemos que hacer frente y eso tiene un punto final digamos o sea en algún momento si no tomamos cartas en el asunto claramente, ya está habiendo y va a seguir habiendo problemas muy graves a nivel ambiental y al mismo tiempo necesitamos quitarle el hambre a la población, por así decirlo, y generar más alimentos. ¿Por qué? Porque la población crece. Entonces, esas dos cuestiones no se pueden hacer sin control y sin tener una evolución científica, una evolución en productos que puedan otorgar mayor cantidad de alimentos, más rentabilidad a quien los produce, pero además estar cuidando la calidad del ambiente, digamos, donde vivimos, porque al final de todo es quizás lo más importante”.
Hacia una mayor concentración
” Hoy tenemos registrados 6 productos, y en desarrollo tenemos 10 tecnologías más, de las cuales están entrando todas a registro, ya están validadas a campo también, y estamos realizando acuerdos comerciales, acuerdos de licencia con compañías para que una vez disponibles ya se empiecen a comercializar. Las tecnologías que trabajamos nosotros están hoy están diseñadas principalmente para cultivos extensivos que podemos nombrar soja, soja maíz, trigo, maní, sorgo dentro del trigo podemos meter a todas las taxias, avena, cebada y centeno también comparten muchos atributos, muchas características pero principalmente cultivos extensivos a los que también podemos sumar caña de azúcar, en resumen de soja, maíz, trigo, avena, cebada, centeno, sorgo, alfalfa, girasol, caña de azúcar y maní y poroto serían los cultivos que hoy podemos administrar y hacer funcionar las tecnologías que desarrollamos, es un mercado muy grande”.
“Dentro de nuestro proceso, la última parte consiste en que hasta ese momento todos los productos se fermentan en fase líquida, pero la última etapa de esta plataforma consiste en seleccionar los mejores microorganismos que hayamos detectado para solucionar un problema puntual, concentrarlos o ultraconcentrarlos mediante diferentes técnicas que hoy ya tenemos en la planta piloto industrial adaptada para esos fines, y solidificarlos para poder combinarlos en una misma formulación y con esto obtener dos o tres atributos muy diferenciales al respecto de los productos tradicionales biológicos”.
“Cuando yo concentro, cuando yo tengo la posibilidad de apilar muchos microorganismos en una misma formulación, otorgo el siguiente beneficio, el packaging se realiza. se reduce, la logística se reduce, el tiempo de vida útil del producto aumenta considerablemente, es decir, su vencimiento se extiende, la logística se reduce más de un 90%, lo cual hoy es uno de los impactos más grandes que tiene el agro global, te diría, y por sobre todas las cosas, hoy con la cantidad de demandas de productos biológicos que hay, si yo tuviera que poner 10 soluciones para distintos problemas, enfermedades, plagas, nutrición y demás, en una semilla, por ejemplo, el volumen que me acarrearía cada uno de sus productos líquidos, hoy no es compatible con los volúmenes de mojado que soporta una semilla”.
“Solid x, tiene por objetivo reducir al menos del 10% el volumen total para poder aplicar más de 5 o 10 productos o 10 microorganismos con diferentes fines en un mismo producto y que no me interrumpa en absoluto el volumen final que soporte una semilla. Así que bueno, en ese sentido es una gran ventaja porque podemos usar muchas tecnologías, muchas soluciones en una misma presentación”.
Más info: https://ceresdemeter.com.ar/