La materia orgánica está compuesta por los residuos animales y vegetales que, en
condiciones favorables, están transformados por los organismos del suelo, perdiendo
su estructura original. Su comportamiento, en el suelo está en función de las
propiedades físicas y químicas existentes. Por lo tanto, la transformación de la materia
orgánica está influida por las condiciones ambientales así como por las características
físicas y químicas del suelo.
Mediante el proceso de la transformación de la materia orgánica, se mejora la
estructura del suelo porque se provee las sustancias nutritivas a las plantas y se
incrementa la capacidad de retención de agua.
Por otro lado, éste también permite agregar las partículas del suelo, lo que mejora su
estabilidad, porosidad y estructura física. De esta manera, se incrementa su capacidad
de infiltración y retención de agua de forma óptima. Este aspecto es muy importante
en época de seca y sobre todo en regiones áridas.
La materia orgánica ayuda a mejorar las propiedades químicas del suelo y a retener los
nutrientes; actúa como un “amortiguador” al regular la disponibilidad de éstos según
las necesidades de las plantas. Por ejemplo, en los suelos ácidos, impide la fijación del
fósforo, neutraliza el efecto tóxico del aluminio. La materia orgánica es muy importante
en los trópicos por su propiedad tampón o amortiguadora (buffering) de los
nutrientes. La disminución de los niveles de materia orgánica en el suelo implica la
reducción de los nutrientes disponibles para las plantas.
La sostenibilidad de la materia orgánica
Según el clima, el grado de vida del suelo y tipo y cantidad de residuos se provee de
nutrientes a los cultivos en forma suficiente y permanente. Por la intensidad de los
ciclos biológicos, en condiciones del trópico, un buen manejo del suelo implica la
generación significativa de materia orgánica-biomasa (vegetal y animal). La sostenibilidad
de la fertilidad del suelo está en función de la capacidad de autogeneración
de biomasa del sistema productivo. Por lo tanto, este aspecto requiere una atención
prioritaria para el éxito de la agricultura ecológica.
Sin la materia orgánica en el suelo, los nutrientes son inalcanzables para las plantas. La
materia orgánica se caracteriza por presentar a las plantas los nutrientes disponibles en
forma ideal en cuanto a su variedad y concentración. La materia orgánica en un suelo
agrícola varía de 1.5% a 4.5%, esto es unos 45 a 135 t/há de materia seca.
Efectos de la materia orgánica en la fertilidad del suelo
La materia orgánica aumenta la capacidad de almacenamiento del agua del suelo,
mejora la porosidad de los suelos compactados, regula la aeración y la temperatura,
crea una estructura granular aterronada que favorece el desarrollo óptimo de las raíces
de las plantas.
Asimismo, tiene sustancias activas, aumenta la actividad biótica, es rica en microorganismos,
reprime y regula el crecimiento desmesurado de las poblaciones de
organismos dañinos. La materia orgánica es una gran reserva de nutrientes que es
liberada poco a poco para su empleo e impide su arrastre por la erosión.