Es esencial prestar atención a los elementos fundamentales del suelo que sostienen la vida en la agricultura. Un componente crítico es el edafón, una palabra que proviene del griego “edaphos” (ἔδαφος), que significa “suelo”. Qué es el edafón y cómo su comprensión puede contribuir a un agro más sostenible.
Más que Tierra
Si se considera una hectárea de suelo con una capa arable de 10 a 20 cm de
profundidad y 1% de materia orgánica, se estima que contiene unos 1500 kg de
microorganismos.
El edafón comprende la totalidad de los organismos del suelo, tanto la flora y la fauna
en su forma macro y micro. Contribuye a solubilizar y mineralizar las fuentes
nutritivas así como a mejorar la estructura del suelo. Solamente las bacterias y
actinomicetos aportan dos tercios del carbono del suelo. Las bacterias viven como
promedio media hora, forman colonias y son increíblemente móviles. Su rápido ciclo
de vida y su enorme actividad metabólica mejoran la estructua del suelo, facilitan la
movilización de compuestos a base de fósforo y hierro, difícilmente solubles. Los actinomicetos
segregan antibióticos, mientras que los estreptomicetos junto con los hongos
producen el típico olor a tierra.
En el suelo hay bacterias ligadas a funciones muy específicas, algunas descomponen
las celulosas, pectinas y proteínas, otras como las nitrosomonas oxidan el amonio
(NH+4) a nitrito (N0-2), las nitrobacterias oxidan los nitritos a nitratos (N0-3), mientras
que otras como Azotobacter sp. y Rhizobium sp. fijan el nitrógeno atmosférico en forma
libre y en simbiosis, respectivamente. Los hongos dan firmeza mecánica a la estructura
del suelo y, en simbiosis con las raíces de las plantas, aumentan el radio de acción de
éstas y son fuente de energía y carbono. Las algas se ubican superficialmente debido a
su necesidad de luz, mediante la fotosíntesis asimilan carbono y enriquecen el suelo
con oxigeno y nitrógeno.
Mineralización y humificación
El edafón descompone y desintegra la materia orgánica produciendo su mineralización
y humificación. La desintegración microbiana conduce a la liberación de los elementos
orgánicos y su posterior transformación en productos inorgánicos (mineralización). A
través del proceso de humificación (lo que aún no está esclarecido por completo) se
forman las sustancias húmicas más importantes.