“El biogás es la energía del futuro”

Conversamos con Fernando Bertola, fundador de Ser Biosfera e integrante de la cooperativa  Eco Suipacha.

“Mi nombre es Fernando Bertola, vivo en el pueblo de Suipacha, aledaño a la ciudad de Mercedes, en donde me crié y viví. Estamos sobre la ruta 5, a 100 y 130 kilómetros de la capital federal.  Me dedico a seguir desarrollando, creando e impulsando un proyecto llamado SerBiosfera, que nació con mis cuestionamientos e indagaciones sobre mi entorno y lo que vivíamos, sobre las leyes que nos imponían, sobre las situaciones que no nos hacíamos cargo ambientalmente, y empezar a observar que el camino por el cual íbamos nos estaba llevando más a un colapso que a un desarrollo por el futuro”.

“Con referencia a las aplicaciones y usos de un biodigestor, pueden ser variadas las situaciones a aplicar. En el caso de querer hacer energía calórica, la podemos aplicar directamente a través de hornallas. A través de electricidad podemos aplicarlo en generadores, adaptados obviamente a la aplicación del biogás. Y para tener un cálculo más o menos, estimativo siempre, con 50 kilos de estiércol diario de vaca, utilizando siempre el animal más cercano en todas las regiones, podemos aplicar un estimativo de 1650-1700 litros de biogás al día, produciendo al menos para unas 3 ço 4 horas cocinando, y unas 3 horas de algún promedio de generador eléctrico dimensionado a una escala familiar”

“Me crié en una familia en la que nos hemos dedicado siempre a la obra.  Pude observar por dentro y por fuera, cuáles son las problemáticas y  la poca conciencia en cada acción que tomamos, como una población que ha sido inducida, creo yo, a actuar capitalistamente, sobre los recursos naturales que son esenciales en cada lugar en donde se los extrajo y sin comprender la problemática que vamos a generar a futuro. Empecé a abandonar la obra, por cuestiones morales que me frenaban y me pesaban, y así nació hace dos años Serbiosfera, un proyecto personal  que comparto con mi colega y socio Rodrigo Santamaria, que confió muchísimo en mí, desde el primer momento escuchó mis locuras, comentarios, cuestionamientos a lo que vivíamos y hoy en día ha decidido abordar también el camino de la agroecología. Ambos creemos que es la manera, ir paso a paso, firmes, a veces lento, otras más rápido, pudiendo llegar a estas oportunidades”.

Sin derroche

“Creo que los biodigestores permiten relatar la economía circular de una manera muy cercana, poder llevar energía a cualquier sector y poder dejar de quitarla de un lugar en donde debe estar, seguramente siempre sea bajo la tierra. Intentar llevar a sectores agropecuarios en donde se trata el guano, estiércoles, granos en mal estado, suero, los desechos agropecuarios, los orgánicos, generar energía a través del biogás y generar biol, un fertilizante líquido a través de ese tratamiento anaeróbico en donde se elimina patógenos y bacterias que no sean deseables dentro del  fertilizante. Intentar hacerlo circular y devolver al campo de donde salió el alimento para ese ganado.  Intentar comprender la situación de las inversiones que se comprometen a solucionar problemas y la situación que vivimos actualmente, no es  tan sencillo y estamos viendo que a largo plazo tampoco son posibilidades”.

“Poder llevar los biodigestores tubulares continuos  a un costo muy accesible para emprendedores, productores y hasta en muchos casos hasta financiado para poder adquirirlos igual, permite ser  un poco más comprometidos con el entorno. Y utilizarlo como una energía que uno pueda aplicar en su establecimiento. El biogás es para mí, la energía del futuro. Porque estamos tratando de eliminar una problemática de kilos, toneladas, o litros y litros de problemáticas de napas freáticas. Y poderlas llevar hacia un campo que fue fertilizado, que no fue fumigado,  que fue tratado de la manera más correcta. Y que además de eso generaste energía que no genera dióxido de carbono negativo. Sino que es una energía ya limpia. Va a poder ser carbono absorbible. Estamos estudiando, con personas que saben mucho, que ya lo han hecho, que ya han caminado el camino,  y  seguimos cerca de ellos para podernos apalancar y trabajar. Eso es una gran parte de por qué creemos que hoy queremos emprender con biodigestores de mediana escala, poder llevar soluciones que sean de bajo costo y accesibles”.

Camino

“Creo que la palabra lo dice, hay que ser parte de nuestro entorno, ser biosfera. Y así nació, de mis ganas de comunicar, aprender, errando y acertando. Creo que muchas personas que me abrieron caminos también me enseñaron lo mismo. Aquel que no erra, no crece, no avanza. Y entiendo que no tenemos la verdad, pero sí tenemos una manera más amena y más compasiva con nuestro entorno. Intentamos que todo vaya por un camino que se expanda. Así,  se fue tejiendo toda una red. Hoy en día está creada la ruta agroecológica en la ciudad de Mercedes, gracias a cada emprendedor y productor que es parte, a La criolla cultura agroecologica, que con ellos comencé, aprendiendo el camino de los Bioles, de la agroecología, comprendiendo que es un día a día. A Bravos Pajaritos y Al Despertar, gracias Manu, gracias Juli, que que confiaron en mí y que me impulsaron. Colaboramos con Bravos Pajaritos, por ejemplo, vamos a retirar su guano de sus gallinas ponedoras, libres, producimos Bioles, asesoramos a emprendedores y productores. Trabajamos con huertas acá en la zona de Suipacha. Y el origen y misión es poder colaborar, sumar un grano más de arena, de bioles, de abonos verdes, de producción consciente con nuestro entorno”.

“ Empezó al comprender que hay muchos desechos agropecuarios, pérdidas inmensas de granos por estar en mal estado, de orgánicos domiciliarios, de empresas, productoras lácteas que desechan el suero con tanta energía que produce.  Entender que los municipios no están resolviendo en su mejor manera, que conlleva basurales a cielo abierto . Entendí que las energías renovables son el camino y que hay que situarse y pararse en donde estamos viviendo, tenemos mucha energía a nuestro alrededor y se llama mierda, como el profesor Jairo Restrepo, dice siempre”.

“Doy gracias por todas esas enseñanzas que nacen con un alma que quiere enseñar más allá de lo que uno impulsa o desea vivir, las ganas de enseñar y que se siga transmitiendo el conocimiento. Somos una región, latinoamérica, que tiene muchos recursos desperdiciados mal aplicados, mal utilizados, cuántos productores agropecuarios que desechan y no saben cómo tratar esos residuos que generan tanta energía”

Hacia la cima

 “Así me fui interiorizando en los biodigestores, tachos como todos los conocemos, de 200 litros, con suncho, de pequeña escala. Y un día mi cabeza dijo, si esto fermenta a pequeña escala, esto se puede hacer a gran escala. Así empecé a indagar, a estudiar, a meterme en biodigestores continuos, tubulares, de bajo costo. No ir a lo industrial, sino a situaciones que puedan ser llevadas hasta la punta de la montaña. Al hombro, a mula, como sea, pero llevadas. Biodigestores que puedan entrar en una caja, por su diseño, en polietileno de alta densidad o baja densidad, PVC. Depende quién lo desarrolle, cómo, qué es lo que convenga siempre. Pero poder empezar a hacer cálculos sobre la situación de cada productor. Utilizar eso para generar biogás y bioles para la misma producción de grano de cualquier agropecuario.   Empecé a armar vínculos y redes con personas que tienen mucho más conocimiento que yo, por supuesto, y a indagar, a seguir el camino, aprender, entrar en cursos, gracias a Banco de Residuos, que la Fundación desarrolla mucho la comunicación y nos está dando mucho por aprender, gracias a Santiago Trejo, Sebastián Welsh, creador de la Fundación, Santiago Cresci, Agustín Amigo Orge, que se dedican a las energías renovables, al tratamiento de residuos, ingenieros industriales, personas que están comprometidas, y eso me ha llevado a seguir este camino de la agroecología, de querer llevar soluciones a personas que las buscan de verdad, que quieren llevar algo a cabo sin seguir explotando lo que ya venimos haciendo hace muchos años, décadas, siglos, ”.

 “De a poco seguimos desarrollándonos, comenzamos  hace dos años,  muy de la parte comunicativa, de ir armando nuestras redes, aprendiendo cómo hacer bioles, su mejor calidad, cómo producir bocashi, cómo llevarlo a cada situación. Estamos en una región muy interesante, creemos que cada propuesta que nos llega la tratamos de acompañar y resolver con cada productor. Sabemos que nada tiene un manual, sabemos que todo es solucionar de la manera que siempre tenemos más cercana y de la manera que creamos más conveniente para desarrollar y no colapsar”.

Soluciones para la comunidad

“Hoy colaboramos con proyectos municipales, privados, con la cooperativa Ecosuipacha,  me sumé a muchos caminos de emprendedores que deseaban comenzar, impulsando el coraje que a veces conlleva ir atrás de decisiones, a dar charlas, a poder sentarse con cualquier persona y comunicar que hay una decisión fuerte que no es único, que no hay una sola persona en el mundo y que somos locos, que creemos que todo está perdido o que tenemos muchísimos problemas . No, salimos, yo creo que mucha gente hemos salido, hemos caminado, nos hemos metido en muchos lugares que vemos los problemas de verdad y que cuando los salimos a comunicar, lo hacemos con compromiso”.

“He transitado muchos caminos de miedo, no voy a negar que me es un poco estresante llevar un aprendizaje con mi edad. Tengo 26 años y creo que las próximas décadas son las más complicadas. Veo que las generaciones mayores hoy en vida no están terminando de ser conscientes. Y que estamos en un cambio de generación, donde la nueva generación tiene que abordar una problemática que no creó. Cuando vivís algo así, no sabés cómo solucionarlo porque no viviste desde una raíz los compromisos ajenos, las decisiones de guerra o de extraccionismo voraz. Tratando de  poderlo decir como tal lo vivimos: de leyes que no están comprometidas con la vida sino con la muerte”.

“Tenemos soluciones que aportar en el próximo año que son los biodigestores queremos llevarlos a muchos productores que estén comprometidos también con sus residuos, con no seguir contaminando napas, que el agua es de todos y el día que se acabe estaremos en verdaderos problemas. No sé si el mar sea la solución, no sé si seguir separando residuos sea la solución, no sé si seguir utilizando energías fósiles sea para un largo lapso y utilizar energías renovables sea la solución, pero tal vez entre todos podamos seguir impulsando esto. Ideas, soluciones que vemos más realistas y no tan corporativistas ni capitalistas sino más de economía circular que no nos metan en problemas ni a nosotros ni a próximas generaciones, lo vuelvo a repetir”.

Apertura

“Tal vez sea un largo camino para poder llegar a emprender una escala industrial porque recién estamos comenzando. Pero nos estamos parando con muchas bases para poder encarar cualquier proyecto a largo plazo, a mediano, a corto plazo, pero siempre pensando en esto, en lo que vivimos, a futuro y poder dejar soluciones que sean más que conocimientos. Creo que tenemos una posibilidad muy grande acá en la zona, en la región, por cualquiera que esté escuchando y quiera acercarse. Aceptamos siempre visitas para poder compartir conocimientos”.

“Vamos a estar trabajando con la cooperativa Ecosuipacha, donde voy a ser el coordinador de la planta de GIRSU y FORSU . GIRSU es la gestión integral de residuos sólidos urbanos, estamos tratando todo lo que sea recuperable y FORSU es la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos. Vamos a tratar en una hectárea cedida por el municipio para poder solucionar los problemas municipales. Vamos a recolectar de gastronómicos,  a trabajar con privados, empresas lácteas, productores,  agropecuarios y demás. Por el siguiente camino, quiero decir que espero poder seguir conectando con más personas, con más proyectos. Estamos siempre abiertos a generar red y no competir.

“Creo que tenemos un compromiso más allá que personal. Quien escuche y pueda resonar con eso, yo sé que es de cada uno el compromiso con el otro. Soluciones como esta,  es para mí el camino, la ruta agroecológica de todos. El camino que cuide el ambiente, que no impacte de una manera que no precisamos. ¿Por qué creemos que precisamos tanto, todo el tiempo?

No digo que no vayas por eso, pero tratemos de hacerlo. …de la mejor manera sin impactar de una manera drástica. Y si lo vamos a hacer, seamos conscientes, hagámonos cargo. Sembremos por lo menos. Hagamos que sea equitativo. Pero bueno, intentar que no,  es la mejor manera, para mí, siempre”.

“También me gustaría agregar la colaboración con Bosques Comestibles. La coordinadora del grupo, Tamara, gracias también ahí por haber contado con el proyecto para poder hacer vínculos junto a la municipalidad. Y estar pulsando por un bosque comestible dentro del parque municipal. Donde se haga una siembra de frutales y de muchas especies nativas para utilizar esa medicina. Y que sea de la comunidad básicamente”.

Más info: https://www.instagram.com/serbiosfera/

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